Cómo cortar un jamón

A la hora de comprar un jamón lo más seguro es que, si nunca has cortado uno, pienses que puede ser demasiado difícil y aunque te salga más caro, pides que te lo corten, o que te lo deshuesen, de tal forma que puedas meterlo en una máquina y así cortarlo sin problemas. Sin embargo, has de saber que el jamón recién cortado, y cortado con cuchillo, suele tener un sabor mucho mejor que uno cortado con máquina y guardado así, quizás por su frescura y olor, quizás por otros motivos.

Cortar el jamón es algo que muchos pueden hacer, pero cortarlo con arte es diferente, y se nota, no ya en la loncha que se saca, casi transparente, como ha de salir, sino que sea entera y tenga todo lo que debe tener (sin dejar nada en el jamón).

A la hora de comprar jamón, ya sea en la carnicería, centros comerciales o comprar un jamón online, has de tener en cuenta que la pieza tienes que colocarla con la pezuña hacia arriba. Esto ha de ser cuando vas a consumirla en poco tiempo, uno o dos días. Si no es así, lo mejor es ponerla con la pezuña hacia abajo porque así conserva mejor su sabor y te durará fresco más tiempo.

El primer corte que has de hacer ha de ser profundo con el objetivo de quitar la corteza y el tocino (no es bueno un jamón con mucho blanco). Siempre ha de ser un corte horizontal.

A continuación, cada loncha ha de ser cortada también en horizontal, lo más fina que se pueda sin que se rompa y con un buen cuchillo jamonero.

El principio de un jamón es fácil de cortar, el problema reside cuando se llega al hueso. Cuando llegues al mismo, normalmente al de la cadera, lo que has de hacer es un corte alrededor del hueso con el objetivo de salvarlo (igual que al comprar carne con hueso salvas el hueso cuando la estás partiendo, o una vez asada).

Has de seguir partiendo por la contramasa o culata hasta que le des la vuelta al jamón y cortes finalmente la babilla. Así estará bien aprovechado todo el jamón.