Una práctica común durante las celebraciones de matrimonio consiste en ofrecer una cena a los invitados, previa a la fiesta nocturna, y como práctica de esta se celebran las denominadas “Cenas de ensayo”. Consiste en una comida antes del evento principal dónde se finiquitan detalles de la cena el día de la boda, se practica todo lo referente a la llegada y ceremonia de los novios y otros detalles importantes. Durante ambas ocasiones se debe hacer una distribución sistemática de los invitados para asignar todas las sillas del recinto, la combinación de invitados en las mesas dependerá de las relaciones interpersonales entre ellos mismos.
Una distribución ideal sería una mesa larga con los novios en el centro, y sus familiares directos a cada lado, sus padres y hermanos; seguidamente o en una mesa secundaria ,colocar a los ascendentes de los padres, es decir abuelos, tíos, primos hermanos y sobrinos, siguiendo la enumeración de las mesas colocar una mesa al lateral y en ella sentar a los padrinos de boda y miembros del cortejo, y con esas tres mesas cubiertas por los familiares y amigos más cercanos encargarse de la distribución del resto de los invitados.
Es conveniente dividir la lista de estos invitados entre los del novio, los de la novia y los amigos en común, de esa manera será más fácil asignar personas que se conozcan entre ellas en las demás mesas.
Por último, conviene asegurarse de que las personas que se sientan próximas a otras no tengan problemas interpersonales no resueltos entre ellos, ya que es prácticamente seguro que después de un par de copas exploten los conflictos y arruinen la noche; también se debe recordar que estos asientos se irán perdiendo a lo largo de la noche, ya que la gente se dispersará por el salón y al final escogerán ellos mismos sus asientos.