Una delicada receta de cheescake con un toque especial dado por el licor de naranjas y la menta. Una delicia única para disfrutar con un té saborizado en las tardes.
Ingredientes ( para 4 personas) :
- 150 g. de ricota
- 150 g. de bizcochos secos
- 2 huevos
- 80 g. de manteca
- 150 g. de azucar
- 150 g. de crema de leche batida
- Licor de naranja
- 3 sobres de gelatina sin sabor
- 300 g. de frutillas
- Hojas de menta.
Preparación:
Disolver la gelatina en agua caliente y dejarla enfriar.
En un bol, batir las yemas con el azúcar hasta obtener una crema espumosa.
Pasar la ricotta por el cedazo, incorporarle la crema batida y reservar. Mientras tanto procesar los bizcochos hasta obtener un fino polvillo. Incorporarle la manteca derretida revolviendo constantemente. Distribuír esta mezcla en el fondo de un molde desmontable y nivelarlo dejandolo bien plano.
Colocar el molde con la preparación en el freezer durante media hora.
Reservar algunas frutillas para la decoracion y cortar las otras en láminas. Disolver la gelatina en tres cucharadas de licor, agregarla a la crema de ricotta, incorporando luego las frutillas. Mezclar y volcar en el molde encima de la base de bizcochos . Colocar el postre en el refrigerador durante 2-3 horas.
Desmoldar la cheescake y decorar jalea de frutillas junto con las frutillas reservadas y las hojas de menta.