Cuando hablamos de mejorar nuestra salud y de mejorar nuestros hábitos alimenticios, por lo regular nos vamos directo con los suplementos alimenticios, pero hay alimentos tan simples, pero que ayudan enormemente para tener una vida saludable.
Un ejemplo claro es tomar leche.
Tomar leche nos va a ayudar en mucho, tanto por su gran aportación de calcio a nuestros huesos, como su gran ayuda para la formación de músculos, nervios e incluso la propia sangre.
Por supuesto que hay distintos tipos de leche, desde la tratada como la totalmente natural, cada una tiene sus propios beneficios y es recomendada en distintas etapas. Por ejemplo para niños recién nacidos no hay nada mejor que la leche materna o en el caso de darle leche tratada tiene que ser leche entera. Mientras que va uno creciendo puede ir cambiando a la leche de 1 o 2% e incluso llegar hasta la libre de grasa, todo depende de la etapa y objetivos de cada persona.
Lo importante aquí es tomar leche, la mayor cantidad que se pueda.